sábado, 20 de junio de 2020

Juan Manuel Montes - Soledad Eterna



Soledad Eterna

Por Juan Manuel Montes


El fantasma atraviesa los edificios, nadie puede verlo. Visita los entierros y se abraza a los cajones cuando descienden en las fosas, pero sus intangibles dedos no pueden retener a las otras almas que se le diluyen hacia el final del túnel.


La niña Muerte lo consuela diciendo que tenga paciencia y que la administración de almas no tendría que tardar con casos tan urgentes como el suyo. Pero los años no se estacan y el fantasma se enfría en los inviernos y es azotado por las tormentas en el verano. En cambio, sus documentos se eternizan sobre un montón de escritorios etéreos administrados por los empleados públicos ya difuntos de Liliput.

 "Aurora y Titono" de Francesco Solimena








COMENTARIO CRITICO

La “Soledad Eterna” del mendocino Juan Manuel Montes posee una estrecha relación con el mito griego de Titono, en el cual se le concede la vida eterna pero no la juventud y Titono vive eternamente siendo anciano y deseando que la muerte lo alcance. Montes relaciona el mito griego con una metáfora sobre la soledad; el cuento habla sobre un fantasma que está atrapado entre el mundo de los vivos y el de los muertos, sin poder ascender como en un purgatorio eterno y deseando por fin alcanzar ese mundo más allá de la muerte.

La figura retórica utilizada por el escritor en este relato es la imagen, la cual queda representada a través de la soledad y la muerte. Usando como herramienta metafórica la imagen de un fantasma que no logra ascender para representar la soledad, el cansancio, el aburrimiento, etc. También se refiere a la muerte al mencionar a la niña muerta, un túnel, las fosas. Es interesante señalar como al símbolo de la muerte, tan representado de manera negativa según ciertas culturas, en el caso del cuento es contrapuesta a una eternidad inclemente en la que el paso del tiempo se vuelve un peor castigo que la misma muerte. El fin de una vida en este caso es la salvación para el fantasma errante y también para Titono, es decir la mortalidad.

Para concluir no podemos dejar de reflexionar sobre la visible analogía a la administración pública emparentándola con ese punto intermedio entre la vida y la muerte, es decir una especie de limbo eterno en el cual nunca termina de ascender el fantasma. La crítica a la burocracia queda reflejada en esta eternidad en la cual el tiempo nunca avanza y nunca se llega al fin deseado, como ejemplo podemos apreciar los “documentos que se eternizan sobre un montón de escritorios etéreos administrados por los empleados públicos ya difuntos”. De esta forma el cuento en resumidas cuentas trata temas como la muerte, la soledad, la eternidad, el aburrimiento del hombre moderno, la burocratización de la vida, etc.


Francisco Lovos
Cátedra: Literatura